Un poco más sobre mí

Mis primeros pasos en el mundo del acompañamiento terapéutico tuvieron lugar dentro de una asociación, colaborando en el diseño y redacción de proyectos de intervención social, impartiendo formación enfocada en la prevención de la violencia de género y realizando talleres sobre educación afectivo-sexual con jóvenes en distintas universidades y centros culturales.

Con posterioridad al desarrollo de estos proyectos, comencé a trabajar como psicóloga especialista en violencia de género y violencia sexual en una Fundación, realizando talleres grupales destinados a la sensibilización y prevención de la violencia sexual en distintos Espacios Comunitarios y Centros Culturales.

De forma paralela, durante este periodo, colaboré como terapeuta con la red de acompañamiento jurídico y psicosocial en contextos de violencia, con víctimas de conflicto político y personas solicitantes de asilo y refugio.

Tras esto, estuve trabajando como psicóloga con mujeres jóvenes víctimas de violencia de género, realizando labores de información, asesoramiento y acompañamiento terapéutico a nivel individual y grupal, llevando a cabo talleres grupales, charlas y conferencias.

Durante los últimos años he trabajado como psicóloga clínica colaborando con varios centros de Psicología, atendiendo personas adultas y parejas. 

Considero que la suma de experiencias vividas a lo largo de todos estos años me ha proporcionado una visión bastante amplia del ser humano, enriquecida por el trabajo con colectivos muy diversos.  A lo largo de mi trayectoria profesional siempre he buscado promover el buentrato, la salud y la integración en cada uno de los proyectos en los que he participado, así como celebración de la diversidad.

Este recorrido profesional ha desembocado de manera orgánica en la creación de mi propio proyecto, en el que desarrollo mi labor como psicóloga, terapeuta y formadora en mi consulta privada, desde una perspectiva integradora que combina el trabajo psicocorporal con el enfoque de apego y trauma.

A nivel personal, me nutro, entre otras cosas, del contacto con la naturaleza, la danza, el amor, la amistad y el arte. Desde 2010 el yoga y la meditación me acompañan y forman parte de mi práctica cotidiana. En 2019 la danza llegó a mi vida para quedarse y con ella el interés por la integración del cuerpo en la práctica psicoterapéutica, camino que me ha llevado a formarme como terapeuta psicocorporal.

Me he formado y sigo formándome en muchas áreas y disciplinas y aún así, puedo afirmar que el mayor aprendizaje lo recibo cada día junto a las personas a las que acompaño y a través de mis propias experiencias de vida.